La reventa es la acción de vender algo que previamente se ha comprado. Esto, usualmente con el objetivo de obtener una ganancia.
Es decir, la reventa significa intercambiar un bien o activo, normalmente por un precio mayor al pagado por su adquisición.
Cabe señalar, sin embargo, que la reventa no necesariamente tiene como consecuencia una rentabilidad. En ocasiones el individuo vende el bien tan solo para evitar una mayor pérdida.
Esto último se observa, por ejemplo, en el mercado bursátil. Puede ser que un inversionista haya adquirido acciones de una compañía cuyo modelo de negocio luego se demostró que era insostenible. Entonces, el precio del activo caerá, obligando al agente a vender sus títulos antes que su cotización siga cayendo y se generen pérdidas más grandes.
En ese sentido, vale resaltar que la acción de revender está muy asociada a la especulación. Es decir, al hecho que un individuo adquiera un bien (principalmente nos referimos a valores financieros) con la esperanza que su precio se eleve. De ese modo, podrá transferir el activo a cambio de una contraprestación que le dejará una utilidad.
Reventa de bonos
Un bono con opción de reventa es aquel donde el tenedor del instrumento tiene la opción de devolverlo a su emisor. Esto, a un precio previamente establecido (precio de reventa) y después (o en) una fecha fijada.
Cabe remarcar que, como indica su nombre, la opción de reventa es una alternativa, más no una obligación, por parte del poseedor del bono.
Ejemplo de reventa
Un ejemplo de reventa puede ser, por ejemplo, el de una persona que adquiere una gran cantidad de boletos para un partido de fútbol.
Entonces, decide revender las entradas el día anterior al evento deportivo, aprovechando el incremento de la demanda que posiblemente eleve el precio de mercado. De esa forma, el revendedor obtendrá ganancias.