Las relaciones comerciales son aquellas actividades productivas que realizan dos agentes económicos. Siendo su fin, en primer lugar, mantener el producto o servicio dentro del mercado, así como, satisfacer las necesidades de ambos.
Las relaciones comerciales son actividades productivas que dos agentes económicos, comprador y vendedor, realizan entre sí. El fin de las estas, en primer lugar, es el de mantener dentro del mercado un determinado producto o servicio. También, por otro lado, cumplir con el objetivo fundamental que lleva a este comprador, así como al vendedor, a llevar a cabo procesos de relación comercial, siendo este el de satisfacer las respectivas necesidades.
Las relaciones comerciales gozan de gran importancia para la economía. Si no se produjeran estas, sería verdaderamente difícil poder hablar de economía como hablamos. Es decir, son procesos fundamentales y básicos dentro de una economía, pues son necesarias para que, verdaderamente, exista economía.
Tipos de relaciones comerciales
Aunque no existe una relación de los tipos de relaciones comerciales existentes, el economista Philip Kotler, experto mundial en temas relacionados con el marketing, hizo énfasis en una relación compuesta por cinco conceptos que, en cierta forma, muestran los tipos de relaciones comerciales presentes en la práctica comercial.
Para Kotler, la clasificación de las relaciones comerciales se realiza en función del comportamiento de los agentes económicos, así como la interacción que se produce entre estos.
Entre estos tipos mencionados se encuentran los siguientes:
- En sociedad: Es una relación comercial muy orientada a llamar la atención del cliente. Existe una vinculación, vía publicidad, entre el consumidor y el vendedor.
- Proactiva: Es la empresa la que se encarga de buscar al cliente de forma proactiva. Muy común entre compañías como empresas de telecomunicaciones.
- Responsable: Existe una relación entre ambos agentes, dado que se produce un seguimiento de la venta.
- Reactiva: El cliente es el que demanda el producto o servicio, cuando lo necesita.
- Mínima: Se limita a la oferta del producto o servicio, por parte del oferente.
Otros economistas clasifican las relaciones en función del escenario en el que se producen las relaciones. Así como, por otro lado, el número de agentes que intervienen en el proceso activo de compra y venta.
Es por eso que, bajo estas características, podemos clasificarlas en:
- Bilateral: Existe una relación entre dos o más agentes económicos.
- Multilateral: Intervienen diversos agentes en la relación.
- Interiores: Son aquellas relaciones comerciales que comprenden actividades comerciales dentro del propio país.
- Exteriores: Son aquellas relaciones comerciales que comprenden actividades en el exterior. Gravadas con aranceles y barreras.
Importancia de las relaciones comerciales
En una economía globalizada, donde la oferta es creciente, las relaciones comerciales son un pilar básico en la empresa. Estas, en cierta forma, son el mayor activo que puede poseer una empresa. La relación con nuestros clientes es vital para la sostenibilidad de la compañía, así como para poder captar al cliente con nuestra oferta, sabiendo que la demanda se compone de un gran elenco de competidores, producto de una globalización que provoca el que los mercados interactúen entre sí.
Por este motivo debemos ser conscientes de la importancia de las relaciones comerciales. Estas van a marcar la relación que vamos a tener, desde nuestra empresa, con nuestros clientes. Mantener actualizada la oferta, así como el conocimiento de nuestros clientes. Establecer lazos de unión entre empresa y clientes, conocer sus preferencias y dotarle de recursos que les permitan interactuar con nuestra compañía de una forma más sencilla, son procesos de relación comercial que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso, ante la competencia.
Las relaciones comerciales en el ámbito político
Dentro del ámbito político también existen relaciones comerciales. Acuerdos de unión aduanera, relaciones de comercio, así como cualquier relación de intercambio de bienes y servicios entre países, son producto de que las relaciones comerciales también son fundamentales dentro del campo político. Y es que, la balanza comercial, que arroja importaciones y exportaciones, se compone gracias a esas relaciones comerciales, tan precisas en una economía globalizada.
En este sentido podemos clasificar los acuerdos comerciales entre los países en tres tipos:
- Acuerdos: Fuera del ámbito legal. Es la voluntad de dos países por comerciar entre sí.
- Tratados: Es un acuerdo formal que se establece entre dos o más países para comerciar entre sí. Este está regulado.
- Convenios comerciales: Al igual que el tratado, se establece de manera formal. Sin embargo, este debe ser entre figuras físicas o morales, no precisando que sean países los que establezcan el acuerdo, como sí ocurre en el tratado.
¿Cómo conservar las relaciones comerciales?
Con el fin de garantizar el buen funcionamiento de nuestra compañía, es vital que las relaciones comerciales se conviertan en un pilar fundamental para la empresa. De contar con una buena política de atención al cliente, nuestras relaciones pueden volverse sólidas y productivas. En este sentido, hemos recopilado una ser de consejos que podrían fortalecer las relaciones comerciales entre dos agentes socioeconómicos.
- Generar una relación fuerte y estrecha con el cliente.
- Ofrecer una buena atención al cliente.
- Mantener informado al consumidor.
- Dotar de información a nuestros consumidores.
- Garantizarle respuestas ante problemas que puedan surgir.
- Ser honesto en las acciones que se producen.
- Mantener un respeto mutuo.
- Identificar los valores y lo que aporta valor de nuestro producto o servicio para el cliente.
- Establecer una relación de amistad.
Estas son algunas de las recomendaciones que, desde Significatodi.com, consideramos fundamentales para el mantenimiento de las relaciones comerciales. No obstante, esto es un ejemplo, pues siempre se pueden idear nuevas formas de establecer relaciones comerciales con nuestros clientes.
Así, con el nacimiento de internet y el comercio e-commerce, las relaciones con los clientes han pasado a ser más impersonales, desde el punto de vista de la compra, pero donde la atención es más intensa y fluida, al ofrecer portales online que ofrecen información todos los días del año, las 24 horas del día. En este sentido, la clave es tratar bien a nuestros clientes, cuidarlos y ser honesto.