La inversión del sujeto pasivo se produce cuando el propio sujeto pasivo se convierte en quien soporta el impuesto del bien que vende como si fuera el propio comprador.
La inversión del sujeto pasivo se produce en el impuesto del IVA (impuesto de valor añadido). Pero, ¿cómo sucede la inversión del sujeto pasivo en este caso?
Se realiza una factura por parte del sujeto pasivo indicando que se produce una inversión y que él mismo será el obligado tributario y hará frente al impuesto del IVA.
La finalidad es actuar contra el fraude fiscal.
¿Se puede hacer siempre una inversión del sujeto pasivo?
Solamente se puede dar la inversión del sujeto pasivo cuando la persona que debería ser el contribuyente NO fuese una persona física. Es decir, solo se puede hacer inversión del sujeto pasivo cuando el que debería ser contribuyente sea persona jurídica que esté desarrollándose en el ámbito profesional.
Según la ley española del IVA se podrá invertir el sujeto pasivo cuando:
- Cuando el sujeto pasivo no esté dentro de la península ibérica.
- Cuando sea operaciones de oro.
- Cuando sean prestaciones de servicio que tengan como objeto los derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
- En determinadas ejecuciones de obra.
- En determinadas entregas que tengan por objeto plata, platino y paladio en bruto.
- Cuando el destinatario sea un revendedor de teléfonos móviles, portátiles o tabletas.
Ejemplo
Para entender cómo actúa la inversión del sujeto pasivo vamos a ver un ejemplo:
Una empresa A vende pantalones a 5 euros que serán gravados con un impuesto de IVA del 10%.
Una empresa B (ya que no puede ser un particular), compra el pantalón que le cuesta 5 euros y no abona el 10% de impuesto (0,50). Realiza el hecho imponible y no está pagando la deuda tributaria, se encargará la empresa A.
Posteriormente la empresa A tiene que pagar ese impuesto directamente a la administración tributaria.
La empresa B en ningún momento se vuelve el contribuyente
La empresa A ha realizado la inversión del sujeto pasivo