La enajenación es transferir la posesión de un bien de una persona a otra. Dicha operación se puede dar de diferentes formas como la compraventa, la cesión o la donación.
La enajenación se refiere entonces al hecho de entregar el dominio de una propiedad de un individuo a otro. Esto, independientemente de si hubo o no una contraprestación económica a cambio.
Por ejemplo, si un individuo decide vender su vivienda, se da un acto de enajenación. Pero también cuando se dona, por ejemplo, un terreno, a una organización sin fines de lucro.
El término enajenación es utilizado principalmente en el ámbito legal, siendo relevante para definir la relación jurídica entre un bien y una persona (o empresa) en un momento determinado.
Así, cuando se reconoce que una propiedad fue enajenada, significa que su posesión fue transferida. Por lo tanto, el nuevo dueño goza todos los derechos correspondientes, teniendo la potestad de determinar, por ejemplo, quien puede utilizar el activo.
Cabe mencionar además que en España existe algo llamado “cláusula de enajenación”. Esta corresponde al apartado contenido en un contrato de arrendamiento donde se define qué sucedería en caso el dueño del inmueble decida ponerlo en venta.
Tipos de enajenación
Existen principalmente dos tipos de enajenación
- A título oneroso: Es una enajenación que se hace con fines de lucro, como en la venta de un bien inmueble. Pero también tenemos el caso de la permuta. Este es un contrato por el cual una de las partes cede sus derechos sobre un activo a cambio de otro bien o servicio. Es decir, no hay precio de por medio. Se puede entonces entregar un inmueble a cambio del derecho a ocupar otro. Se trata, en simple, de un trueque, operación que es no es muy común a partir de la invención del dinero.
- A título gratuito: Son aquellas enajenaciones que no se dan para generar ganancias. Este es el caso de las herencias y donaciones, por ejemplo.
Cabe señalar que, dependiendo de qué tipo de enajenación se trate, la operación puede estar sujeta a un tributo distinto.
Por ejemplo, en el caso de una compraventa, está gravada por el impuesto al valor añadido (IVA), diferente en cada nación. Asimismo, en el caso las herencias, la tasa impositiva varía dependiendo del país, siendo en algunos inexistente.