El tráfico, en economía, es un término usualmente utilizado para referirnos al comercio de bienes y servicios ilegales o provenientes de actividades ilícitas.
La palabra tráfico suele entonces tener una connotación negativa, relacionándose a la compraventa de bienes prohibidos o restringidos por ley, como drogas o armas.
Sin embargo, en un sentido amplio, tráfico es sinónimo de comercio, por lo que puede ser aplicable a todo tipo de mercancías, incluso productos financieros como créditos. Es decir, hace referencia a una actividad con ánimo de lucro.
Bienes sujetos de tráfico
Algunos bienes sujetos de tráfico ilícito son:
- Drogas y estupefacientes.
- Armas.
- Productos falsificados.
- Mercancías robadas.
- Artículos de contrabando que hayan, por ejemplo, cruzado las fronteras del país sin pagar los impuestos respectivos.
- Divisas extranjeras, en caso el gobierno imponga restricciones al mercado cambiario.
Todos los bienes listados suelen ser comercializados en lo que se denominan mercados negros. Estos son perjudiciales para los consumidores porque no hay control de la calidad de los productos , pudiendo significar un riesgo para la salud del comprador. Además, los vendedores tenderán a ofrecer un precio mayor al del mercado formal.
Tráfico de influencias
El tráfico también puede referirse al tráfico de influencias. Esta es una práctica por la cual se busca, por lo general, obtener un favor de una autoridad o funcionario público. A cambio de ello, se paga una contraprestación.
El tráfico de influencias en algunos países puede tener sanción penal. En todo caso, es un práctica que puede considerarse, por lo menos, reñida con la ética.
Cabe señalar además que también se ejerce tráfico de influencias al momento que un individuo se ofrece a interceder en nombre de otro ante la autoridad competente, a cambio de una contraprestación (inmediata o futura). Esto, con el fin de conseguir un trato preferencial.