Animal Spirits (en español, Espíritus Animales) es un término acuñado por el afamado economista británico John Maynard Keynes. Este trata sobre la relación existente entre el comportamiento humano, así como el componente emocional de este, y el comportamiento de la economía. Una relación que suele medirse a través de los índices de confianza de los consumidores.
El concepto de Animal Spirits fue acuñado por Keynes, inicialmente, en su obra principal “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”. Obra publicada por el economista en el año 1936, en la que este mencionaba la existencia de un factor irracional, conocido como espíritu animal. Una acción en la que el individuo actuaba de forma imprecisa, emocional e intuitiva, influyendo en la evolución de la economía. En resumen, la existencia de un factor psicológico del ser humano que, a través de acciones de alto componente emocional, provocan variaciones en la economía.
John Maynard Keynes lo definió como una inestabilidad de mercado, incapaz de medirla con expectativas matemáticas. Ya que esta, era producida por un comportamiento espontáneo de los individuos que pueden provocar variaciones en el comportamiento de la economía. Estas acciones venían impulsadas por un factor emocional -impulsos primarios-. Por otro lado, propio de la naturaleza humana, que no racional, y que impide la medición cuantitativa con herramientas matemáticas, pues no es posible su cálculo racional. Es por ello que se usan índices para reflejar una aproximación.
Origen de Animal Spirits
Aunque no está confirmado, se cree que John Maynard Keynes se inspiró en el filósofo, historiador y economista escocés, David Hume, para acuñar el término. Hume, junto a otros pensadores de su tiempo como Adam Smith, estudiaron en profundidad los motivos que impulsaban las acciones del ser humano. Sus pensamientos dieron lugar a obras que pudieron infundir en Keynes la aproximación al concepto, como el “Tratado de la naturaleza humana” o “Investigación sobre el entendimiento humano”. Obras que fueron publicadas por Hume en los años 1739 y 1748, respectivamente.
Pese a que se atribuye a Hume la influencia en Keynes, mucho antes, diversos estudios recogen el tratamiento de términos similares a Animal Spirits. Haciendo referencia a tal suceso, por otra serie de autores, anteriores a Hume incluso. Algunos ensayos recogen la existencia del término en obras de René Descartes, así como otros reconocidos autores como Locke. No obstante, todos hacen referencia a un mismo concepto, aunque, a partir de Hume, el término haya ido estrechamente ligado a la ciencia económica.
Animal Spirits en el siglo XXI
En los últimos años, una serie de economistas, entre ellos un gran elenco de premios Nobel, han estudiado, dando lugar a obras, la teoría keynesiana sobre los espíritus animales. Entre estos podríamos destacar al profesor Daniel Kahneman, al profesor Robert J. Shiller o el profesor George Akerlof; todos ellos premios Nobel de Economía, así como seguidores e investigadores de la materia.
Además, otros grandes economistas, entre ellos el premio Nobel y profesor Richard Thaler, también han dedicado grandes obras al estudio del comportamiento del ser humano y su influencia en la economía. Investigaciones que han ido derivando en una rama de estudio cada vez más amplia, generando una nueva rama de conocimiento y estudio de la economía conocida como “economía conductual” o “behavioural economics”, en inglés.
Esta nueva rama de conocimiento se le atribuye a los conocimientos extraídos de las obras de Adam Smith y Jeremy Bentham principalmente, ambos economistas del periodo neoclásico. Es por ello que en el estudio de la economía conductual prima el uso de la psicología en consonancia con la economía neoclásica. Un estudio que se centra principalmente en la racionalidad y la irracionalidad, analizando sus efectos en el consumo y dando lugar a términos como la utilidad descontada y la utilidad esperada.
Críticas a Animal Spirits
Dada la incapacidad de medir con exactitud la influencia de Animal Spirits en la economía, muchos autores de la escuela ortodoxa podrían no estar de acuerdo con la teoría keynesiana. De hecho, tanto Shiller como Akerlof tratan de suscitar el debate en su libro “Animal Spirits”, donde la crisis financiera de 2008 pudo ser originada, precisamente, por esos espíritus animales. Esto ha vuelto a sembrar la duda en la guerra permanente de la escuela ortodoxa contra la heterodoxa. Una guerra en la que la primera solo se contempla la ciencia económica como una ciencia exacta, la cual racionaliza el comportamiento de las personas.