El poder legislativo es aquella institución (o conjunto de entidades) encargadas de crear, reformar y/o derogar las leyes de una nación.
Es decir, este poder del Estado tiene como función legislar. Dicha atribución recae usualmente sobre el órgano conocido como congreso o parlamento.
Cabe señalar que el poder legislativo nace por la necesidad de dividir las facultades del gobierno en diferentes instancias. De ese modo, se evita la concentración de poder en una sola entidad o individuo.
Para verlo de otro modo, mientras el poder legislativo crea las leyes, el poder ejecutivo se encarga de la gestión del gobierno, mientras que el poder judicial es el responsable de administrar justicia.
Los tres poderes antes mencionados son aquellos que usualmente conforman el Estado en los países modernos. Sin embargo, en las monarquías absolutistas, por ejemplo, todas las facultades se centralizan en el rey.
Funciones del poder legislativo
Las funciones del poder legislativo son:
- Legislar: Esto significa crear o cambiar leyes. Sin embargo, vale aclarar que estas deben estar acorde a la constitución.
- Plantear reformas constitucionales: En este punto, cabe explicar que la constitución es el documento legal de mayor jerarquía que rige a un Estado. Por ende, todas las leyes deben estar subordinadas a dicho texto.
- Representar: Los legisladores no solo deben presentar proyectos de ley, sino representar a los ciudadanos que los eligieron.
- Fiscalizar: El poder legislativo puede solicitar la presencia de un ministro o presidente. Esto, con el objetivo de hacerle un cuestionario sobre algún tema de interés nacional. Dicho procedimiento varía según cada país.
Formas del poder legislativo
El poder legislativo suele ser encargado a un parlamento o congreso, el mismo que puede tener una o dos cámaras. Es decir, se puede optar por la unicameralidad o bicameralidad.
Asimismo, en algunos países los legisladores elegidos por los ciudadanos tienen la función de escoger a los miembros del poder ejecutivo. A esto se le conoce como parlamentarismo y suele observarse, por ejemplo, en países como España.
Bajo un régimen parlamentarista, la elección del presidente no emana del pueblo directamente, sino del poder legislativo. Caso contrario en un régimen presidencialista, como Estados Unidos o varios países latinoamericanos, donde el presidente el elegido por voto popular.
Finalmente, es importante aclarar que la existencia de una monarquía es compatible con la de un parlamento. A este sistema se le conoce como monarquía parlamentaria, donde el rey reina, pero quien gobierna es, por ejemplo, un primer ministro que encabeza el poder ejecutivo. Aquí, podemos señalar los casos de España y Reino Unido.