La junta es un grupo de personas que acuerdan realizar aportes periódicos. De ese modo, se reúne una bolsa de dinero que sirve para un fin específico. Por ejemplo, el capital acumulado puede ser entregado por sorteo a uno de los aportantes.
Los individuos que forman parte de la junta tienen la obligación de efectuar un pago frecuente, por ejemplo, cada mes, a un fondo colectivo. Así, la idea es todos los miembros del grupo salgan beneficiados en algún momento.
Lo anterior quiere decir en cada periodo un miembro diferente de la junta recibe el beneficio de la bolsa de dinero reunida.
Cabe señalar que las juntas suelen basarse en la confianza mutua, por lo que originalmente nacieron como acuerdos entre personas que se conocían.
Objetivos de la junta
Los objetivos de la junta pueden ser:
- Ayuda mutua: Los miembros buscan ayudarse entre sí, juntando una bolsa de dinero que puede servir al beneficiario, por ejemplo, para pagar una deuda pendiente.
- Ahorro-inversión: Unirse a una junta es una forma de comprometerse a ahorrar un monto regularmente. De ese modo, se puede crear el hábito positivo de nunca gastar por encima de los ingresos.
- Financiamiento: A través de la junta, se puede financiar, por ejemplo, la adquisición de bienes de alto coste, como lo veremos en el ejemplo que explicaremos más adelante.
Ejemplo de junta
Las juntas pueden servir para financiar la adquisición de bienes, como vehículos. Bajo esa modalidad, como ya explicamos, todos los miembros realizan un aporte regular por un tiempo determinado, por ejemplo, cinco años.
Asimismo, cada mes se efectúa el sorteo de un vehículo nuevo, así como la subasta de otro coche. A los ganadores no se les exige un tiempo mínimo de aporte, pero eso sí, deben seguir aportando (hasta finalizar los cinco años) aunque ya hayan adquirido su vehículo.
Sobre esta modalidad de financiamiento, cabe observar que no obliga al pago de intereses, como los créditos bancarios. Sin embargo, puede ser que el comprador tenga que esperar hasta cinco años para adjudicarse el coche.
Es decir, este mecanismo de la junta no funciona con personas que tengan una necesidad de consumo muy urgente. Para ese grupo están diseñadas otras herramientas como los préstamos vehiculares de los bancos.