El código de identificación fiscal (CIF) es el código alfanumérico que, hasta 2008, se asignaba a las empresas españolas y personas jurídicas como número de identificación o identidad.
El código de identificación fiscal (CIF, por sus siglas) es un código compuesto por números y letras. Este código se ha utilizado, hasta su derogación en 2008, para identificar empresas españolas, así como cualquier personalidad jurídica.
El código de identificación fiscal en España es el equivalente al CUIT en Argentina, el TIN en Estados Unidos o el EINIT en la región de Centroamérica. Códigos compuestos por números que, al igual que ocurre con las personas, aportan una coordenada identificadora para compañías y personalidades jurídicas.
¿Cómo se compone el CIF?
El CIF, como decimos, es un código que aporta una identificación a las compañías españolas, así como cualquier personalidad jurídica. Por ello, este es único y exclusivo para cada personalidad jurídica.
El CIF se compone por 9 caracteres. De los cuales, un carácter es una letra, mientras que los ocho restantes forman una composición numérica.
La letra que incluye el código representa el tipo de sociedad a la que corresponde. Por ejemplo, “A” si es sociedad anónima, o “B”, si son sociedades de responsabilidad limitada.
Además, de los dígitos que incluye, los dos primeros hacen referencia a la provincia o comunidad autónoma en la que se encuentra constituida dicha empresa o personalidad jurídica.
Ejemplo de CIF
Como decíamos, el CIF se compone de 9 dígitos. Estos se representan mediante la composición alfanumérica de 1 letra y 8 números.
A continuación vemos un ejemplo de un código CIF:
B – 76365789
Diferencia entre CIF y NIF
A partir de 2008, de acuerdo con un nuevo decreto, el CIF deja de emitirse como código identificador para personas jurídicas y empresas. Mediante el nuevo decreto, tras derogar el vigente, queda definido el uso definitivo del número de identificación fiscal (NIF) para la identificación de compañías.
Tradicionalmente, el número de identificación fiscal ha sido el código de identificación utilizado para la identificación de personas en el territorio de España. Sin embargo, desde la aplicación del nuevo decreto que establecía la utilización del NIF para la identificación de personas jurídicas, los dos han pasado a unificarse.
Una unificación que no presenta diferencias. En este aspecto, el NIF empresarial es un número que, al igual que ocurre con el código de identificación fiscal, representa de igual forma a las personas jurídicas. La letra tiene la misma función que en el CIF, mientras que los primeros números, al igual que su antecesor, hacen referencia a la provincia en la que está constituida la compañía.
Es por ello que, el cambio de CIF a NIF no representa ningún cambio apreciable. Esta medida ha sido un cambio únicamente en el término, mediante el que se denomina al antiguo CIF, ahora NIF. No obstante, sin cambios relevantes en la práctica.